Objetivos didácticos
Después de este capítulo, podrás comprender:
- Cómo terminó el siglo XIX para España
- Cómo comenzó el siglo XX para España
- Cómo se transformó España de monarquía en república
- Algunos de los aspectos más relevantes de la Constitución de 1931
- Algunas de las reformas más significativas llevadas a cabo por el gobierno republicano
- Qué causó la crisis y conflictividad social durante la II República Española
- El sufragio femenino
Después de haber leído este capítulo, identifica o define brevemente los siguientes elementos por escrito:
- Desastre nacional 1898
- Desamortizaciones
- Latifundio
- Bienio reformista (1931-1933)
- Bienio conservador (1933-1936)
- Elecciones de febrero 1936
- 18 de julio 1936
Contexto histórico: Siglo XIX
A fines del siglo XIX, España sufrió una de sus peores crisis de identidad debido a su derrota en la Guerra hispano-estadounidense de 1898, y que lleva a la pérdida de las últimas posesiones en ultramar (Cuba, Puerto Rico, las Islas Filipinas y Guam). Esta situación también provocó un conflicto entre dos maneras distintas de entender España, por un lado los que pretendían recuperar la ideología-visión imperial del pasado, y, por otro, los que veían la necesidad de construir una conciencia nacional desde una perspectiva moderna y liberal como las demás naciones europeas.
Tras esta crisis de 1898, la generación de escritores e intelectuales a la que se ha dado el nombre de Generación del 98 manifiestan el pesimismo por la situación española. El “¡me duele España!” de Miguel de Unamuno resume perfectamente este sentir. Estos intelectuales recurrieron a un autoexamen nacional para intentar determinar las causas de “este desastre nacional“.
Contexto histórico: Siglo XX
El siglo XX comenzó en España con un nuevo Rey, Alfonso XIII. Al igual que otros países de su entorno, la sociedad española estaba sumergida en un proceso de profundos cambios demográficos, económicos y sociales. Uno de estos cambios fue la llegada de una incipiente industrialización a España, que produjo un éxodo rural hacia las ciudades de trabajadores que abandonaron los pueblos y zonas rurales en busca de trabajo en las primeras fábricas urbanas. Todo ello dio lugar a un crecimiento masivo de ciudades importantes como Madrid, Barcelona, y también de otras como Bilbao, Zaragoza y Valencia. Con la llegada de estos nuevos trabajadores y como consecuencia de las condiciones de trabajo en las fábricas surgieron movimientos obreros que reivindicaban unas mejores condiciones laborales.
A pesar de esta reciente industrialización en algunas capitales españolas, en su conjunto España seguía siendo un país eminentemente agrario y rural con un sistema caracterizado por la inequidad en la distribución y riqueza basada en la tierra. En regiones como Castilla, Andalucía y Galicia el sistema de tenencia de la tierra era el latifundismo o minifundismo. Así pues, el gran problema económico-social padecido por España desde hacía varios siglos era la concentración de tierra en unas pocas manos. Se necesitaba una distribución más equitativa de la tierra, ya que el latifundismo beneficiaba solo a una oligarquía. El sistema de explotación de estos latifundios consistía en que los jornaleros solo trabajaban determinados periodos al año. Esto sumía en la pobreza más profunda a grandes masas de campesinos. Ya en el siglo XIX, para solucionar este problema y, de paso lograr otros objetivos, los gobiernos liberales progresistas pusieron en marcha una de las grandes medidas en materia económica: las desamortizaciones (confiscation); enfrentándose a una gran oposición por parte de los terratenientes, quienes ostentaban un gran poder e influencia política.
Imagen de varios jornaleros trabajando en el campo.
© Ministerio de Cultura y Deporte
Estas desamortizaciones fueron un gran fracaso. No cumplieron con la mayoría de los objetivos que se habían marcado. Dejó sin resolver algunos grandes problemas: no se creó una amplia base de propietarios, y los campesinos salieron bastante perjudicados ya que no pudieron comprar las tierras. Al final, esta medida solo supuso el cambio de la tierra de unas manos muertas a las de los grandes propietarios que mantenían cultivos extensivos trabajados por jornaleros a las de una burguesía a la que solo le interesaba la propiedad de la tierra como prestigio social y no como explotación agrícola productiva a desarrollar. Esto dio lugar a una sociedad bastante desigual caracterizada principalmente por una pequeña clase propietaria de grandes fincas y, por otro lado, un campesinado que vivía sumido en una economía de subsistencia en auténtica pobreza. En otras palabras, esta sociedad se distingue por la ausencia de una importante clase media propietaria. Todo ello contribuyó a un rencor por parte del campesinado hacia los grandes terratenientes, a quienes culpaban de las condiciones en las que se encontraban. Este periodo estuvo marcado por una gran inestabilidad política y conflictividad social. No tardaron en llegar las protestas y la violencia.
ELECCIONES 1931: Proclamación de la Segunda República Española
¿Cómo se transformó España de monarquía en república?
Portada Diario la Voz. Martes,14 de abril de 1931
La situación política y económica de España se agravó a partir de 1929 con la crisis económica mundial que provocó la retirada de inversiones y capitales procedentes del exterior en España. El ambiente social cada vez era más tenso, en las ciudades aumentaron las huelgas de obreros, protestas e incidentes de orden público. Se convocaron elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Estas elecciones municipales se convirtieron en un auténtico referéndum sobre el régimen monárquico y su resultado cambió la situación política del país. Con una participación del 66,9% del electorado, los monárquicos obtuvieron 22.150 concejales frente a los 5.875 de los republicanos; sin embargo, en la mayoría de las principales ciudades (donde el voto era más libre y menos controlado) del país triunfaron los candidatos de la coalición republicano-socialista (41 de 50).
A la luz del resultado de las elecciones del 12 de abril 1931, el Rey Alfonso XIII abdicó el trono y abandonó el país. En muchas ciudades de España se proclamó espontáneamente la Segunda República Española y la multitud ocupó las calles. Se formó un gobierno provisional y Alcalá Zamora presidió interinamente un gobierno provisional hasta las próximas elecciones generales que tendrían lugar en junio de ese mismo año. Al mismo tiempo el gobierno inició una serie de reformas urgentes sobre los graves problemas de la sociedad y la economía española en el ámbito agrario y laboral. Además, el nuevo gobierno republicano tuvo que enfrentarse a una serie de problemas que complicaron su situación:
- La proclamación de la República Catalana en abril 1931
- Conflictividad social por parte de obreros y campesinos
- Crisis económica provocada por la crisis internacional de 1929, así como la desconfianza de la clase industrial, propietarios y terratenientes.
- Explosión anticlerical: quema de Iglesias y conventos por grupos extremistas
LA CONSTITUCIÓN de 1931
¿Cuáles son algunos de los aspectos más relevantes de la Constitución 1931?
El 28 de junio 1931 se celebraron elecciones generales que dieron una amplia mayoría a la coalición republicano-socialista, lo que significó una victoria de las fuerzas de izquierda y reflejaba un cambio significativo en la política española.
Las Cortes constituyentes republicanas se convirtieron en el centro de la actividad política del país con intensos debates. La misión más importante de estas cortes era elaborar una nueva Constitución. Tras intensos debates, esta fue aprobada en diciembre de 1931. La Constitución de 1931 tuvo un marcado carácter democrático y progresista, reflejando mayoritariamente las ideas de la coalición republicano-socialista que había ganado las elecciones. Aprobada por amplia mayoría, también hubo discrepancias, sobre todo en lo referente a la cuestión religiosa y autonómica. Algunas de las principales características que recoge esta Constitución de 1931 son:
- Soberanía popular: el poder emana del pueblo, representado en las Cortes.
- División de poderes: legislativo y ejecutivo
- Declaración amplia de derechos y libertades:
- Derecho de expresión, reunión, asociación, etc.
- Derechos civiles, igualdad para el trabajo, la educación, etc.
- Organización territorial: se permitía la autonomía de regiones.
- Aconfesionalidad del Estado: se establece la separación entre la Iglesia y el Estado, así como la libertad de culto.
Mapa conceptual de la Constitución de 1931
BIENIO REFORMISTA: 1931 -1933
¿Cuáles fueron algunas de las principales reformas impulsadas por el gobierno republicano?
La República fue recibida por la mayor parte de la población con gran entusiasmo, pues se representaba el marco que permitiría llevar las reformas políticas, económicas y sociales que necesitaba España para modernizarse y avanzar socialmente. Sin embargo, fueron muchos los obstáculos que amenazaron desde el principio la estabilidad del nuevo sistema, desde la falta de recursos económicos hasta la oposición de poderosos grupos conservadores.
El gobierno de la II República encontró un pueblo ansioso de reformas que cambiaran sus vidas y que había depositado en él todas sus esperanzas. El nuevo gobierno continuó la labor ya empezada por el gobierno provisional y emprendió un amplio programa de reformas en un contexto económico desfavorable:
- Reforma agraria: una de las más importantes teniendo en cuenta la importancia que la agricultura tenía en la economía española. Se intentó poner en marcha reformas que mejoraran la vida de los campesinos, una distribución de la tierra para solucionar el problema del latifundismo para lo que se elaboró una Ley de Bases para la Reforma Agraria 1932. Esta ley permitía expropiar tierra. Sin embargo, esta reforma agraria fue muy lenta debido a la fuerte resistencia de los propietarios, la complejidad de la ley y una excesiva burocracia.
- Reforma del ejército: el objetivo era modernizar y profesionalizar el ejército español.
- Cuestión religiosa: La República quiso limitar la influencia de la Iglesia católica en la sociedad española, secularizando la vida social (i.e. aprobación del divorcio, matrimonio civil) y limitando su influencia en la educación.
- Cuestiones laborales: el objetivo era una serie de reformas destinadas a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. También se promovió la creación de seguros sociales, como pensiones, seguro médico, seguro de accidente de trabajo y se redujo la jornada laboral a 40 horas.
- Problema territorial: la Constitución de 1931 reconoció el derecho a la autonomía a Cataluña, Euskadi y Galicia.
- Reforma educativa y promoción de la cultura: Los tres principios básicos sobre los que se apoyaba esta reforma eran: una educación universal, laica y gratuita. Se construyeron más de 13.000 escuelas y se aumentó el número de maestros, se estima que fueron formados más de 35.000 maestros.
La II República Española, abrazada por aquellos sectores de la sociedad española que querían cambios en el país y el establecimiento de una democracia parlamentaria, había creado grandes expectativas. Las reformas iniciadas durante el Bienio Reformista propiciaron el rechazo tanto de la derecha como de la izquierda obrera. Para los sectores más radicales de la izquierda del espectro político, la lentitud de las reformas provocó la radicalización de la clase trabajadora. Veían que estas reformas moderadas no eran suficientes y querían cambios más profundos y rápidos, lo cual aumentó la conflictividad social y condujo a disturbios políticos y sociales. Por otro lado, los partidos más conservadores, que incluía a la Iglesia Católica, empresarios, y terratenientes mostraron desde el principio un gran rechazo y resistencia ya que creían que estas reformas eran excesivas y amenazaban su estilo de vida y creencias políticas en torno a la religión, la propiedad, y la unidad de España. Esto llevó a que todos estos grupos también se radicalizaran y reorganizaran en un gran partido, la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), cuyo líder era José-María Gil Robles. Igualmente, surgieron otros grupos radicales de extrema derecha y de corte fascista (inspirados en el fascismo italiano) como la Falange Española y de las JONS.
Como resultado de esta polarización de la vida política, la conflictividad social se multiplicó: aumentaron las huelgas, revueltas, insurrecciones y se produjeron ocupaciones de algunas tierras por parte de campesinos. Por si fuera poco, el gobierno republicano tenía que vigilar los intentos de un golpe de estado de un sector del ejército claramente contrario a la República. El más destacado de ellos fue el protagonizado por el general Sanjurjo, quien en 1932 intentó un golpe de Estado que fracasó.
Bienio conservador: 1933–1936
¿Qué ocurrió para que se frenaran o anularan las reformas emprendidas en el primer bienio?
En noviembre de 1933 se celebraron elecciones generales en las que votaba por primera vez la mujer, ya que la II República le había concedido el voto. Esta vez la política española dio un giro a la derecha, al ganar las elecciones los partidos de centro-derecha. Esto se debió a que gran parte de la clase media no veía con buenos ojos el estado permanente de conflictividad social en el país y decidió distanciarse de la izquierda. También, parte del movimiento obrero le dio la espalda a la izquierda moderada a la que culpaba por su fracaso a la hora de satisfacer sus aspiraciones y promesas.
Al acceder al poder el gobierno conservador, lo primeo que hizo fue paralizar las reformas emprendidas por el gobierno anterior. Se frenó la reforma agraria, se devolvieron las tierras expropiadas a los terratenientes; se anularon las mejoras laborales introducidas en el campo, lo que significó un empeoramiento en las condiciones de vida de los campesinos. El nuevo gobierno, defensor del catolicismo, contrarrestó las reformas del gobierno anterior.
Mientras tanto seguía aumentando el clima de conflictividad social y radicalización política en todos los sectores de la sociedad, adoptándose cada vez posturas más radicales y polarizadas. Hubo muchas movilizaciones obreras, huelgas, atentados, movimientos revolucionarios como la Revolución de octubre de 1934 en Asturias y en Cataluña. El enfrentamiento se trasladó a la calle donde el desorden y la violencia iban creciendo conforme grupos radicales de la derecha y de la izquierda se enfrentaban creándose un clima de enfrentamiento civil.
ELECCIONES: 1936
¿Qué desencadenó el golpe de estado y la sublevación militar que dio lugar a la Guerra Civil?
Los partidos políticos formaron dos grandes coaliciones para concurrir a las elecciones de febrero 1936:
- Frente popular: formada por una coalición de partidos de izquierda (socialistas, comunistas, nacionalistas de izquierdas). La idea era crear un frente antifascista para detener la amenaza fascista y reanudar la legislación reformista del primer bienio.
- El Bloque Nacional de derechas se organizó en torno a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas).
El resultado de estas elecciones le dio una victoria al Frente Popular que obtuvo una mayoría de diputados a las Cortes. El nuevo gobierno republicano, presidido por Manuel Azaña, reactivó algunas de las reformas que se habían impulsado durante el bienio reformador.
Sin embargo, la labor de este nuevo gobierno no fue nada fácil ya que el extremismo en ambos lados, derecha e izquierda, hacía casi imposible el diálogo. Mientras, el ambiente social era cada vez más tenso. La izquierda obrera había optado por una posición claramente revolucionaria y la derecha buscaba de forma evidente el fin del sistema democrático.
La trama y conspiración golpista por parte de algunos mandos militares contra la República contaba con el apoyo civil de los partidos de derecha (la CEDA y la Falange entre otros). El 12 de julio fue asesinado por extremistas de derecha un oficial de la Guardia de Asalto, el teniente Castillo. La respuesta llegó al día siguiente con el asesinato de José Calvo Sotelo por parte de un grupo de miembros de las fuerzas de seguridad. El enfrentamiento era inevitable. El gobierno republicano vio cómo el 18 de julio de 1936 se producía un alzamiento militar contra el gobierno democráticamente elegido de la República. El triunfo del golpe desencadenó en la Guerra Civil.
La Segunda República fue una etapa especialmente significativa de la historia de la España del siglo XX. Fue un ambicioso intento de modernización de una sociedad que estaba viviendo importantes cambios sociales y económicos. Un país en el que convivian una sociedad moderna, industrial y urbana junto a una mayoritariamente tradicional, rural y agraria. En el plano cultural, la Segunda República fue la culminación de una época de gran creatividad, iniciada desde principios de siglo XX: la llamada “edad de plata” de la cultura española.